Existe una relación simbiótica entre alimentación y oportunidad para aumentar la productividad, minimizar enfermedades y obtener un efecto positivo en la rentabilidad de la empresa.

A pesar de que la empresa invierte en alternativas para la alimentación del trabajador, el servicio no siempre es percibido por éste, como un beneficio; ya que, en ocasiones, por falta de control técnico el concesionario ofrece un menú rutinario, poco atractivo, en porciones inadecuadas y en un ambiente poco amigable.

Un control experto constituye un colaborador de primera línea para la organización contratante, puesto que, en su representación, se ocupa de controlar los aspectos técnicos del cumplimiento del contrato, y asegurar un impacto positivo respecto a la percepción del servicio recibido por sus colaboradores.